Lo esencial es invisible a los ojos.
La pluma de Antoine de Saint-Exupéry creó en 1943 una historia dedicada al niño que todas las personas grandes -como León Werth- llevamos dentro: El Principito.
Para algunos puede llegar a ser desde una novela motivacional hasta filosófica. Personalmente: una novela de amor.
Fue la primera que leí de pequeño y la que en muchos sentidos ha mantenido vivo el corazón de niño a mis veintisiempre años. Y estoy seguro de que has leído al menos un fragmento de esta novela, que ha despertado ese niño interior.
7 planetas visitó el principito, y esta colección de 7 frases hacen un tributo que nace desde un corazón multicolor al amor LGBT+ a través de los ojos de El Principito.
He aquí mi secreto: Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.
He aquí mi secreto: Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.
Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer.
Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños porque uno de ellos no se realizó.
Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya
A los mayores les gustan mucho las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan cosas esenciales como: “¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? o ¿Si le gusta o no coleccionar mariposas?” En cambio preguntan:
Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro…
Y esta última, va con dedicatoria 😉.
Y tú, ¿Cuáles otras has dedicado? ¿Qué otras frases te gustan?