Por eso, hoy nos pronunciamos sobre la represión al movimiento social y a las personas LGBTIQ en Cuba. Consideramos inaceptable que se limite su libertad de expresión pacífica y, todavía peor, que se aplique represión y detenciones injustificadas.
Expresamos nuestra indignación y condena frente a esos hechos, pero no podemos dejar de advertir que la violencia y la intolerancia contra los colectivos LGBTIQ, también se da en otros países de nuestro continente: lo mismo por parte de los gobiernos conservadores, de inclinación fascista, de Trump en Estados Unidos y de Bolsonaro en Brasil, que, en nuestro vecindario inmediato, mediante expresiones extremas de violencia, que incluyen encarcelamiento y asesinado, en Honduras y Nicaragua.
También en Costa Rica, los discursos de odio continúan intoxicando el ambiente nacional, y los hechos de discriminación –como el ocurrido recientemente con Copa Airlines– son algo cotidiano.